Col era un caracol miricol al que le gustaba mucho sacar sus cuernos al sol. Pero en el bosque en el que vivía siempre llovía y Col se había convertido en el caracol triste que nunca veía un rayo de sol. Hasta que un buen día decidió ir a descubrir otros bosques donde calentaran los rayos. Se convirtió entonces en el caracol miricol que iba en busca del sol.
Hizo su maleta y puso todas las cosas necesarias para su aventura en su concha de espiral: pijama, almohada, una hoja de lechuga bien grande, agua, traje de baño, crema protectora y gafas para el sol. Y comenzó su viaje, muy lento, normal porque era un caracol, pero muy contento pensando en sus días de calor que estaban por llegar.
Ilustración: Ana del Arenal