El zorro aviador

Historia de un zorro que quería ser aviador


Vivía en un bosque frondoso un zorro listo que todos los días se levantaba temprano para poder observar cómo los pájaros volaban por el cielo. Le encantaba su vuelo, sus giros en el aire y cómo descendían rápidamente en cuanto veían alguna miga de pan para poder comerla.

El zorro les contemplaba con un  casco de aviador en su cabeza. -“Por si acaso”- respondía cuando le preguntaban porqué lo llevaba. -“Por si acaso de repente empiezo a volar yo también”-, explicaba.

-“¡Vaya!”- pensaban el resto de animales, -“no se ha dado cuenta el zorro de que los animales que vuelan necesitan alas y él en cambio tiene patas”-. Y así se lo explicaron. Pero, el zorro, por si se habían equivocado los animales, hizo varios intentos de volar, agitando con mucha rapidez sus patas y la cola. Y como no lo conseguía decidió probar comiendo migas de pan, pensando en que ese era el secreto para poder volar como los pájaros.

Pero finalmente comprendió que, como ya le habían insistido los animales, nunca podría volar, porque no tenía alas.  Y como era listo, enseguida empezó a pensar en el montón de cosas que en cambio él sí era capaz de hacer. Como correr tanto tanto que parecía que estaba volando, y para eso sí que necesitaba el casco ¡no fuera a chocarse con algún árbol!

Ilustración: Ana del Arenal
Lee cuando quieras este cuento infantil sobre un zorro

Un bebé chiquitín

(También disponible como audiocuento).
Un bebé llega a la familia de los niños Tina y Leo


Esta tarde han venido a merendar la tía Marta y el tío Luis con Pablo, el bebé que acaba de nacer. Tina y Leo tenían muchas ganas de conocer a su primo. Han sacado todos sus juguetes para que Pablo pueda jugar con ellos.

¡Pablo es muy chiquitín! La tía Marta no quería dejarlo en el suelo, así que Tina y Leo le han acercado los juguetes para que pudiera divertirse un rato. Pero ni siquiera sabía cogerlos. En lugar de jugar, se ha puesto a llorar. Tina y Leo estaban un poco decepcionados…

-          ¿Por qué no le gustan nuestros juguetes?, ha preguntado Tina
-          Aún es muy pequeño, ha explicado papá. Cuando vosotros nacisteis, tampoco os gustaban.
-          Pero es muy aburrido, sólo llora, ha dicho Leo.
-          Ahora tenemos que cuidarle. Darle de comer, ayudarle a dormir… para que pueda crecer y aprenda a jugar, a andar… hasta a correr! Como habéis hecho vosotros, ha contado la tía Marta mientras le ponía el chupete para que se calmara. Al tío Luis y a mí nos encantaría que Pablo fuera un niño tan majo como vosotros.

Leo se ha acercado a Pablo para darle un beso. “¡Huele muy mal!”. “Vaya, igual podéis ayudar a la tía a cambiarle el pañal. ¡Esa es una parte muy importante de cuidar al bebé!”, ha dicho mamá.

Mientras le ponían un pañal limpio a Pablo, Tina y Leo han pedido a papá que les contara cómo eran ellos de pequeños. “Erais unos bebés encantadores. Usabais chupete y llevabais pañal, como Pablo. Poco a poco os fuisteis haciendo mayores y dejasteis de lado el chupete y aprendisteis a ir solos al baño. Hacerse mayor es muy divertido. Cada vez podéis hacer más cosas y jugar a más juegos!”.

Ilustración: Ana del Arenal